Almogávares

La Comparsa Almogávares se funda en 1964, el mismo año que la de Beduinos, con 26 miembros iniciales. Su Primer Presidente es D. José Luís Guillem “Macareno”, el Primer Delegado: D. Francisco García “Paco Arruza”, su Primer Capitán: D. Carlos Navarro Sanjuán “Carlos Dora”.

Su Primer traje fue diseñado por el alcoyano Solbes y, en 1965, el bordador alicantino D. Tomas Valcárcel confecciona su Bandera, la cual es llevada por vez primera por D™. Carmen Valero Pina.

Entre sus filas militan dos miembros poseedores de la Escarapela de Plata.

 

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En árabe “al-Mugawir”, significa el que hace algaradas. Según Desclot: “Son gente que no vive más que de la guerra, lejos de villas y ciudades, en bosques y montes, con sus mujeres y niños, guerreando todos los días contra los infieles”.

Los almogávares era una tropa más o menos irregular que se usaba en la Edad Media para hacer correrías en territorios enemigos. Sus filas se nutrían principalmente de gentes que habitaban territorios fronterizos, se dice que los primeros grupos se formaron con montañeses del Pirineo. Aragoneses y catalanes por supuesto.

En realidad es una tropa de la que obtienen un gran provecho los reyes aragoneses, con el fin de que los ayuden en sus campañas conquistadoras. En tiempos de Jaime I alcanzan el más propicio de los ambientes para desenvolverse. Viven del botín que consiguen en sus correrías o “razzias”, en ocasiones bastante descontroladas, como se ha tenido ocasión de comprobar en las páginas destinadas a historia local, en las que relato cómo, a pesar de la prohibición expresa del monarca, en el sentido de no hacer daño en aquellas morerías que no se hubiesen levantado hostiles en rebeldía, un ejército almogávar que llega a permanecer durante varios años en estas tierras, hace caso omiso de las órdenes reales y saquean Ibi y Cocentaina.

Dice Jaime en su “Crónica escrita por él mismo” o “Llibre dels feits”:

Permanecíamos aún en Lérida después de haberse disuelto la corte, cuando recibíamos un aviso de que todo el pueblo de Valencia en general se había sublevado y que en desprecio de nuestro señorío, habían demolido varias casas de algunos prohombres de la villa y cometido muchos desmanes. Al mismo tiempo se nos dijo también que En Miguel Pérez con numerosa compañía de peones se disponía a embestir y saquear algunos lugares de los sarracenos de dicho reino de Valencia: Con tales noticias y para evitar y castigar todos aquellos excesos, luego de haber despachado algunos negocios que teníamos que despachar en Lérida, resolvimos encaminarnos a Valencia.

Llegando a dicha ciudad, enviamos desde luego contra En Miguel Pérez y los suyos a nuestro hijo En Pero Fernández de Hijar con numerosas fuerzas de caballeros y peones; pero temerosos aquellos de Nos, luego que supieron nuestro enojo, saliéronse en su mayor parte del reino de Valencia: Algunos hubo, sin embargo, que se quedaron, y a quienes hicimos presos y ajusticiar con arreglo a derecho.

Lo que en realidad estaba ocurriendo es que, mientras hubo guerra y avances territoriales, los almogávares que vivían del botín, fueron válidos, pero finalizada la conquista, tales contingentes de guerreros profesionales sin otro oficio que la guerra, representaban un enorme problema para el monarca aragonés.

La solución la aportarían las guerras de expansión de Pedro el Grande por el Mediterráneo. Con la expedición a Oriente de la Gran Compañía en el siglo XIV llegaron a su apogeo en fama guerrera. Fundaron los Ducados de Atenas y Neopatía. Sus contemporáneos elogian sus valores militares, siendo sus atuendos sobrios y sus armas fundamentalmente las arrojadizas. Fueron siempre peones y jamás combatieron a caballo.

Pero vayamos a lo que nos ocupa, justificación histórica tienen más que notable, vinculación a nuestra mal llamada “Reconquista”, evidente, y lo que nos interesa es la historia, quizá más local, la que probablemente no aparecerá en las enciclopedias ni en los libros de texto, pero que, para nosotros, es infinitamente más querida y entrañable, la de los Almogávares de Ibi.

Dicen ellos mismos que todo surgió de una conversación en el viejo Hogar del Camarada del tío Ricardo, del cual, por cierto, un día descubrí que su verdadero nombre era Luis y me llevé una sorpresa morrocotuda. Algunos festeros de las comparsas Maseros y Contrabandistas urden la idea de iniciar una nueva comparsa. Se pensó en una mora, pero la aparición en la escena local de los Beduinos, la que habría de ser la comparsa hermana, les hizo desistir de esa iniciativa y mutar el bando.

Se presenta la correspondiente solicitud en la Comisión de Fiestas. Tras varias reuniones, las deliberaciones y consultas en libros, les hace decantarse hacia la denominación de “Almogávares”.

El 26 de noviembre de 1963 queda oficialmente constituida, con un total de veintiseis festeros, encabezando la primera directiva José Luis Guillem Llorens como Presidente y Francisco García González como Delegado.

El traje se encarga al reputado diseñador alcoyano Luis Solbes Payá, de cuyos pinceles salieron un gran número de trajes en esa localidad, como por ejemplo, el de la Filá Aragoneses. Pero l’Avís está demasiado cerca y confeccionar los nuevos trajes para ese día es tarea imposible, así que hubo de procurarse el socorrido auxilio del traje alquilado, para no perder la salida de ese día, se obtuvieron de la Filá Navarros de Alcoy.

Desde los primeros instantes se buscó proveerse de un local, “Paco el del carro”, inicia unas gestiones con Rafael Sanjuán, propietario de la casa donde está su almacén, a fin de que le alquilara la parte posterior de la misma. Conseguido tal propósito, de inmediato se inician unas sencillas y momentáneas reformas, puesto que la apariencia de aquel lugar, era ni más ni menos que la del uso recibido con anterioridad, es decir de cuadra. Quedó convenientemente habilitado a principios de 1964.

Decía José Fernando Milla en un artículo publicado en 1989 y que recordaba el año fundacional: “Llega septiembre todo está preparado: los trajes, la banda de Beniarrés, el zoco en el Carreró, por fin estaban compensados, al verse desfilando en la Entrada, todos los esfuerzos realizados durante meses”.
El viernes día once de septiembre, en una tarde, por cierto, extremadamente calurosa, despegaba esta comparsa, junto a su hermana, los Beduinos. Tal fue su aceptación que en el año siguiente llegarían a rondar los cien componentes.

Para la edición festera de ese año, se había estrenado ornamentación de calle, en el tramo que va desde la Plaza de las Cortes a la de la Iglesia, y también se había estrenado el itinerario de la Entrada. El Castillo se colocó en la boca de la Avenida Joaquín Vilanova, desarrollándose el acto por toda la Avenida de Alcoy, calle Colón (Eres), Generalísimo (Plaza de la Iglesia), hasta Calvo Sotelo (Les Corts).

Al igual que en el caso mencionado respecto a los Beduinos, aparece una reproducción del boceto original en la revista de fiestas , incluyéndose un texto a pie de página que reza del siguiente modo:

Don Jaime, Rey de Aragón, debe anticiparse al de Castilla en la conquista del Reino moro de Murcia. Sus tropas no son suficientes. Pero allí en las huertas de Ruzafa, en los lindes de la Albufera, en los márgenes del Júcar, los almogávares están siempre dispuestos a la lucha. Dejan sus mujeres y sus hijos, y corren tras el caudillo cristiano, que a la vuelta, victorioso, les regalará el caballo y las armas, botín codiciado. Su paso por estas tierras, allá por los años mil cuarenta lo recuerdan estas escuadras que este año se incorporan a la marcha triunfal de las fiestas de Ibi.

Pintorescas líneas, así como las dedicadas a la otra comparsa que se inicia, cargadas de fogosidad y tintes novelescos, entrañables, íntimas, pero que no hablan muy bien del autor de las mismas, o cuando menos de sus más que erráticos conocimientos históricos de la época descrita, pero, en fin, eso es lo de menos, ahí quedaba esa vehemencia épica con la que las dos nuevas incorporaciones insuflaban aire fresco a las fiestas ibenses.

Se inician de acuerdo con el propietario del local social nuevas obras de reforma. Será el “Cau dels Almogavers”, obteniendo a resultas de ellas una apariencia muy similar a la que tuvo recientemente. El local o sede social, ha significado mucho para los miembros de esta comparsa, siempre fue aglutinador y epicentro de actividades, proyectos e ilusiones. La cotización semanal significó no sólo la solidez económica, sino un motivo para estrechar lazos de convivencia, para aunar voluntades, para coincidir en un gran proyecto denominado Almogávares.

En 1965 reciben un inesperado empujón económico, el número que juegan en Navidad es agraciado con 10 pesetas por peseta, y eso les permite unos ingresos extraordinarios que habrían de ayudarles en la confección de la bandera. La preciada enseña fue realizada por el artista alicantino Tomás Valcárcel, siendo la primera Abanderada en llevarla a su hombro, Mari Carmen Valero Pina.

Esta Abanderada iría acompañada por una escuadra de chicas. He leído en algún lugar que tal grupo podría haber sido el primero en desfilar en escuadra, esto evidentemente no resulta cierto ni por asomo, puesto que en Ibi hacía ya mucho tiempo que otras escuadras femeninas habían participado como tal, y en considerable número, pero sí, cuando menos, los Almogávares serían pioneros en dar una continuidad a la partipación anual e instituida de la mujer, con atuendos específicos y dispuestos para ello con la estética y caracteres de la comparsa. Es decir, antecedente expreso de lo que en esta década última de siglo se ha conseguido.

El traje inicial de la comparsa, estaba formado por una túnica corta terminada en rastrillo, tanto en manga como en falda y con el escudo de la comparsa en el pecho. Muñequeras, correajes y botas de cuero con una retícula formada de listas cruzadas. La cabeza tocada con capucha sobre la que se coloca el casco redondo “mudéjar” con un aplique y punta metálica en su centro. Capa roja con hombreras de cuero y bolsa con la cruz y la luna de su escudo colgado al cinto.

La historia de una comparsa está siempre compuesta por las distintas historias humanas de sus integrantes, de sus venturas y desventuras, de sus penas y sus alegrías, todas ellas trascienden en el común de la agrupación y configuran el día a día que nos llega a los demás, los anhelos, las ilusiones, el lenguaje de las emociones con sus intensos colores invisibles. Las vidas se entrecruzan, se interrelacionan, se acomodan, se apoyan y son el organismo vital que denominamos e identificamos, con ese nombre que eligieron para sentir como algo muy suyo, con esos colores, con esa bandera, con esa historia que se va dejando atrás y que les catapulta y exige progresiva e inexorablemente.

Esta historia, quizá pequeña y puede que hasta insignificante, ante los grandilocuentes acontecimientos que nos trae el día a día actual, es la de una de esas personas, cuya acción va escribiendo renglones nuevos en el libro de las comparsas, muchas veces inexistente pero que está ahí y todos, antes o después conocemos. Joaquín Navarro Sanjuán (Chimo Dora), el cual había prometido a los veintiseis fundadores asumir la primera Capitanía. La gran quebrantadora de ilusiones impidió drásticamente que cumpliera su promesa. Su hermano Carlos, habría, sin dudarlo, de cumplimentarla por él. Dicen los Almogávares que ambos fueron sus primeros capitanes, el uno espiritual y el otro físicamente.

La Escuadra especial de los Almogávares, siempre con “Paco el del carro” al frente, característica entre sus filas y harto conocida por todo el ámbito de la Fiesta, de la que salieron la mayoría de los capitanes de esta comparsa, en un principio, aparecía con trajes diseñados y confeccionados, en ocasiones por sus mismos integrantes, para cada edición, con pieles, armas y demás ornatos específicos.

Un personaje entrañable, pedazo del alma de neón que respira tiempo y sonrisas, es el barman de siempre, Milla, popular incluso fuera de esas cuatro paredes donde la comparsa vive y sueña, trascendería la voz de batalla, quizá para los Almogávares más famosa que el mismo “Desperta ferro”, el intemporal “Milla posamos”.

En 1968 se formó una charanga cómica, teniendo por director a Víctor Brotons. Llegó a actuar en el Teatro Salesiano y tuvo una duración de tres años.

El “Cau” galvanizaba extraordinariamente el día a día, “els almorsarets” de los sábados y domingos por la mañana, eran verdaderas sesiones intensivas de Fiesta, así que se decidió enriquecer su ornamentación, naciendo de ese modo la pintura del grupo almogávar, cuyo autor sería Carlos Payá y su diseñador o dibujante Olegario Bernabeu.

Dice José Fernando Milla, en el boletín que editó la comparsa en su 25 aniversario: “Aún recuerdo, siendo yo muy niño, cómo daban los últimos toques a la barba del parecía ser el jefe. Era algo que me impresionaba y por ello, no tardé en identificar esas figuras con miembros de la comparsa, éste que está sentado es Macareno, el de la barba el “Roig” (el de la Rambla).

Un componente de esta comparsa, es Embajador en 1972, se trata de Jesús Jiménes Almodovar, viejo conocido de los escenarios ibenses.
En el año 1970, se celebra Concurso infantil de cabos, venciendo el joven David Verdú, en esa edición y las dos siguientes.

Los Almogávares, efectivamente, y tal como yo indiqué anteriormente, incorporan a lo largo de varios años, escuadras de chicas con atuendos específicos, desfilan incluso en l’Avís, extremo éste totalmente novedoso. En el año 1972, por cierto, cuando está saliendo la Entrada vespertina, cae un chaparrón descomunal, suspendiéndose por ello el acto. La escuadras de Maseros y Contrabandistas, ya en la calle, no obstante, concluyen su recorrido, mientras que la escuadra de chicas almogávares, que aguantó estoica y casi heroicamente, a punto estuvo de conseguirlo también, abandonando ya prácticamente en el final, totalmente pasadas por agua.

Dice la revista de fiestas, en otro orden de cosas, y en una artículo titulado “Seis arcabuzazos”:

Las bellas Almogávares, son con su marcha perfecta, una escuadra, de la que aparte de la uniformidad resalta la belleza de su juventud. El Almogávar motorizado se ha colado y ha hecho bien.

Naturalmente se refería a ese peculiar festero que, por sí solo, se ha convertido en una característica, y de las más acusadas de la comparsa, Paco “el del carro”. Es tal su personalidad y la simpatía que despierta su figura que, Antonio Anguiz, al recoger la estadística de la participación en el año 1971, hace la siguiente puntualización:

Paco en su carrito: 1 hombre
Escuadra de chicas: 12 mujeres
Escuadra traje típico: 11 hombres
Carroza con niños: 1 hombre, 18 niños
Unión Musical de Ibi
Escuadra especial: 14 hombres
Escuadra especial traje típico: 14 hombres
Escuadra especial traje típico: 14 hombres
Banda Torremanzanas
Carroza Abanderada y damas.

En total desfilan 55 hombres, 17 mujeres, 18 niños, 2 carrozas y 2 bandas.

Algo en lo que se debe hacer incapié y que distinguió especialmente a esta comparsa, son los famosos trabucazos matutinos de l’Avís. Desde el año 1972, un grupo de Almogávares se reúne, a las 6’30 horas, a fin de iniciar el acto a las 7 en punto. Se reúne, digo, en el local social y desde allí se dirige al Cerro de Santa Lucía, donde por espacio de quince minutos desde la hora del comienzo, los arcabuces se van turnando de mano en mano, mientras otros se dedican a cargarlos. Todo viene a terminar ante el típico “herbero”, el “cantahueso” y la “coca de flare”.

En la revista de fiestas de 1997 y en el apartado “Hablan las comparsas”, ellos mismos definen estos momentos intensos, personales y galvanizadores, de un modo extremadamente gráfico: Por fin llega el momento. Son las siete en punto, y al primer toque de campana de la Iglesia (bueno es un decir, ya que últimamente anda un poco retrasado), y tras una señal, todos a una realizan la primera descarga, fuerte, seca, atronadora, rompiendo el silencio que reina al alba.

En ese momento tienes la sensación de que los arcabuces hablan: ¡Despera Ibi!, y parecen evocar aquellos almogávares del medioevo que al amanecer, antes de entrar en combate, blandían sus espadas y las golpeaban contra el suelo hasta que saltaban chispas, gritando: ¡Desperta Ferro!, y causando gran pavor entre sus enemigos.

En la ponencia redactora de los estatutos de la nueva asociación Comisión de Fiestas, aparece por parte de la comparsa Fidel Rico Brotons. El domicilio social que figura en el libro publicado con ese motivo en Amado Brotons, 2, o sea el “Cau”.

En 1976 se toma la decisión de cambiar el traje oficial, es año de Capitanía, la de Angel García Jareño, por el traje que luce actualmente la comparsa. Ese acontecimiento y quizá otras cuestiones que el tiempo ha debido cauterizar, hizo que un grupo se desgajase e iniciara su propia andadura, en la comparsa que se crearía el siguiente año: los Cides.

En el 250 Aniversario de la Llegada de la Virgen y 50 de su Coronación Canónica, casual y felizmente celebran también su Capitanía, la cual corresponde a David Verdú Bernabeu, coincidiendo, precisamente con el 25 aniversario de su matrimonio. La comparsa entera, tras la semana triunfal que llevó a la imagen de la Virgen por todos los barrios de Ibi, sube hasta “Les Costeretes” el primer día de aquellas fiestas extraordinarias, viernes, para recogerla en lo que ya era la última jornada de su periplo. Se hacen una fotografía con todos los miembros junto a la Virgen y después la trasladan hasta el Ayuntamiento, a cuya entrada recogerían las andas los miembros del Consistorio municipal, para depositar la imagen sobre el escaño del Alcalde.

En la Comisión de Fiestas encabezada por el almorávide Miguel Beneyto Martí, los Almogávares tienen un enorme peso específico, varios de los cargos más relevantes salen de sus filas: El Vicepresidente primero es Luis M. Pina Vilaplana, el Vicepresidente segundo Fidel Rico Brotons, el Alcalde de fiestas José A. García Bornay y el Teniente de Alcalde de fiestas José Alpañez Ferrandiz.

En los años 1979, 1983 y 1987 obtienen el primer premio a la mejor comparsa de su bando, en esta última ocasión les es entregado tal galardón, en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia.

Al rebajar a tres escarapelas, sucesivas o alternas, los títulos necesarios para la obtención de la Escarapela de plata, dos miembros de esta comparsa se hacen acreedores al preciado galardón, el cual les es entregado en el Acto de Reconocimiento de Cargos Festeros, se trata de José Valero Jover y Fidel Rico Brotons.

Decía la Abanderada Mari Carmen Díaz en unas frases publicadas en el libro folleto editado por la Comparsa Almogávares con motivo del 25 Aniversario de su fundación: “Esperas esos días, medio loca de entusiasmo e ilusión, día y noche, que inundan nuestro pecho, y se produce una explosión de sentimiento”.
Tal “llibret” se titulaba: “La comparsa Almogávares en su veinticinco aniversario 1964-1989”, con prólogo de su presidente José Fernando Milla Gil, posterior Alcalde de fiestas, y un buen nutrido elenco de colaboradores, así como imágenes de la efemérides año por año.

Los Almogávares organizan un acto para recordar personas y hechos, así como hacer la oportuna presentación del “llibret” mencionado. Tuve el honor de intervenir con dos trabajos, los cuales fueron incluidos en sus páginas, uno recordaba los acontecimientos festeros y sociales de aquel año de la fundación, son aquellos pomposos “25 Años de Paz”, organizados por el anterior régimen, y otro artículo que glosaba la figura y el paradigma del Capitán como cabeza y norte de los Moros y Cristianos.

“Paco el del carro”, último Capitán, fue a quien le cupo el honor de encabezar el desfile de la comparsa en la Entrada de ese año, vestía el traje inicial, el originario, y portaba la bandera igualmente originaria, seguido de un buen número de abanderadas de la comparsa de los últimos años, así como una escuadra ataviada también de igual modo.

Un almogávar recibía en 1991 el título de “Festero de Honor”, concretamente Vicente Juan Juan, “el tío Vicent”, el amigo de todos y sobre todo de los que hemos tenido la satisfacción de compartir muchos momentos con él en esa Comisión de Fiestas, a la que le dedicó una gran parte de su vida. “Los otros festeros”, como en una ocasión lo denominé, la sonrisa amable y el gesto cariñoso, guardián celoso del patrimonio de todos nosotros. Dije entonces: Es como alguien de la familia a quien no le ha faltado respuesta ni aún en los momentos más incómodos.

Ese mismo año, aparece una escuadra femenina con el traje oficial, en el seno de esta comparsa que, tan a gala tiene su decisiva contribución para la asimilación definitiva de la mujer por la Fiesta ibense.

En el siguiente año, la Fiesta reconoce nuevamente a dos grandes festeros y uno es, nuevamente, almogávar, quizá el más emblemático, como es fácilmente deducible tras la lectura de estas páginas, Francisco Fuster Verdú, nuestro Paco “el del carro”. Fue fundador, provenía de los Maseros, la revista hacía de él, el siguiente comentario: “Paco nos alienta con el regusto amargo de la constancia, de la perseverancia, del pundonor”.

Es en 1993 cuando les corresponde la penúltima Capitanía que van a celebrar en este siglo, asumida por Ramón Vilaplana Pina. Este Capitán, pronunciaba unas palabras en una entrevista concedida al periódico “Ciudad”: “De la Fiesta no cambiaría nada, son unas fiestas tradicionales y establecidas, no se pueden cambiar las tradiciones sin más”

El 28 de agosto de ese año, tiene lugar un acontecimiento de enorme belleza, al poner en escena un fresquísimo sainete festero, denominado “Moros en l’Horta”, escrito por Luis Bernat Ferre e interpretado por miembros de esta comparsa. Es un sainete dividido en dos cuadros, desarrollándose la acción en una casa de Valencia. La trama argumental trata de un escritor que trabaja en su obra maestra y busca actores, debido a una confusión, uno de los actores arriba a un lugar de esa huerta valenciana, donde tiene lugar el segundo cuadro. A consecuencia de su indumentaria, se producen momentos simpáticos, ironizando con el heroísmo y la exaltación de los miembros de la Casa Consistorial. Los principales actores fueron: Mari Carmen Seco como “Roseta”, Vicente Cardós como “Cheroni”, Luis Miguel Pina como “Quelet”, Jesús Jiménez como “Don Quijote”, Francisco García como don José, Rafael Verdú como el Alcalde, José Alpañez como el Secretario, Emilio Vilaplana como el alguacil, Fernando Ramírez como el concejal y José Valero como “Chimeti”.

Seguidamente se ofrece un concierto de la Sociedad Musical de Penáguila, dirigida por Francisco Carchano Moltó, autor de la pieza “Ramón Petit”, marcha cristiana que la familia regala al Capitán, haciéndole entrega los sobrinos de la partitura. La recaudación de tal acto fue íntegramente donada al Asilo de San Joaquín.

El Capitán Ramón Vilaplana Pina, haría su desfile de la Entrada bajo un entoldado con los colores de la “Senyera”, como en una nave de notas musicales, entre las que se distinguían los acordes de su marcha. Tras él, distintos grupos de cortesanos, caballeros o guardia personal ataviada con mallas, espinilleras, mantas o pellizas sobre túnicas, cyclos o lobas.

En 1993, 1994 y 1995, obtienen el premio a la mejor comparsa del bando cristiano.
En 1994 proliferan las soluciones de compromiso para acompañar a la Bandera, ante la ausencia de Abanderada en varias comparsas. En el caso que nos ocupa, una carroza de mujeres guerreras acompañó el guión.

En 1997 se cerraba una página de la historia de esta comparsa, su marco físico, sus paredes, su entorno, el mencionado “Cau Almogávar”. Más de 30 años estuvo tras la barra José Milla Tebar, asistiendo a un diario intimar, siendo testigo de cada acción, cada acuerdo, cada paso, a menudo intranscendente, con los que esta comunidad, este grupo, se consolida, sueña, respira, vive y busca su futuro. Jamás se olvidará el “Milla posamos”, el sonido hueco cuando estaba vacío, el denso cuando se llenaba, desgraciadamente el tamaño, el condicionante físico, ya lo convertía en impracticable y asfixiante.

Participan ese año en la Entrada 2 escuadras femeninas con 26 mujeres, 5 masculinas con 57 hombres, 43 personas en boatos, que hizo un total de 126 componentes, conducidos por 4 bandas.

En 1998, a petición de la comparsa, se incluye en el guión oficial el despertar de arcabucería que, como ya hemos visto, rasga el cielo dulzón de la mañana dominical más deseada de la primavera durante quince minutos, en una jornada que aún no ha comenzado a materializar su destino inexorable de color y música.

Por cierto, que la decisión tomaba por la Comisión en la Junta de Gobierno anterior a l’Avís, no llegaría a sustanciarse en el folleto correspondiente, el que contiene y desglosa los actos del día. Cosas de los duendes, esas sufridas criaturas que finalmente reciben las culpas de todos nuestros descuidos, también habrá que achacarles el mismo descuido en 1999.

Dos jóvenes miembros de esta comparsa, sustituyen a los Embajadores de los últimos seis años, reciben su nombramiento en el “Acto de Reconocimiento de Cargos Festeros”, sus nombres son Josep Lluis Ruano i Carrillo como Embajador Cristiano y Luis Vicente Martí Poveda, como oponente Moro. El primero de ellos, sería el que, más inmediato, recibiría su bautismo de fuego, en la “Entrega de Llaves” ante el Capitán de los Mozárabes.

El 19 de febrero de 1999, a las 20’30 horas, se inauguraba el nuevo local social en el Pasaje Eleuteria, 2. Lugar ampliamente conocido de la Fiesta, puesto que ya albergó en el pasado otra comparsa, aunque bien es verdad que la ornamentación y las condiciones que hoy presentaban los Almogávares eran extraordinariamente superiores. Creando un ambiente que respira Fiesta por los cuatro costados. Por cierto, se dio la circunstancia de que el padre del Presidente José E. Jareño, fallece casualmente ese mismo día, impidiéndole acudir a la inauguración, con lo que la jornada se vio empañada considerablemente. No obstante, y como al final, la Fiesta vive y respira los constantes sacrificios de los que la hacen, con la asistencia de Autoridades y miembros de la Comisión de Fiestas, así como numerosos invitados, se procedió a la presentación y bendición del lugar, concluyendo con el correspondiente vino de honor.

Cuadro de cargos festeros:

 

AÑO PRESIDENTE DELEGADO CAPITÁN ABANDERADA
1964 D. José Luis Guillem LLorens D. Francisco García González  
1965 D. José Luis Guillem LLorens D. Francisco García González Dª. Mª Carmen Valero Pina
1966 D. Francisco Bernabeu Ávila D. Ricardo Jiménez Martínez Dª. Elisa Vidal Brotons
1967 D. José Vidal Beneyto D. Ricardo Jiménez Martínez D. Carlos Navarro Sanjuán Dª. Rosa Gisbert Guillem
1968 D. José Vidal Beneyto D. Ricardo Jiménez Martínez
1969 D. David Verdú Bernabeu D. Ismael Tortosa Rico Dª. Mª Carmen Pina Boronat
1970 D. Ramón Vilaplana Pina D. Antonio García Cremades Dª. Paquita Verdú Herrero
1971 D. Francisco Rico Crespo D. Antonio García Cremades Dª. Cresencia Jiménez Rico
1972 D. Francisco Rico Crespo D. Mariano Díaz López D. Tomás Díaz López Dª. Consuelo Juan Bornay
1973 D. Ismael Tortosa Rico D. Mariano Díaz López Dª. Mª Carmen Díaz López
1974 D. Francisco García González D. Antonio Satoca Sanjuán Dª. Mª Pilar Martínez Tortosa
1975 D. José Herrero Alonso D. Antonio Satoca Sanjuán Dª. Mª Dolores Navarro Martos
1976 D. Antonio García Cremades D. Jesús Jiménez Almodóvar D. Ángel García Jareño Dª. Mª Armonía Pina Verdú
1977 D. Gonzalo Marquina Taravilla D. Jesús Jiménez Almodóvar
1978 D. Antonio Bernabeu Bernabeu D. José Bernabeu Juan Dª. Vicenta García Huertas
1979 D. Rafael Verdú Sanjuan D. José Bernabeu Juan Dª. Amparo Rico Brotons
1980 D. Mariano Díaz López D. José Alpañez Ferrándiz Dª. Mª Ascensión Díaz Reche
1981 D. Ramón Vilaplana Pina D. José Alpañez Ferrándiz D. David Verdú García Dª. Concha Verdú García
1982 D. José Pina Miró D. Miguel Salmerón Canales Dª. María Huertas Benito
1983 D. Ángel García Jareño D. Miguel Salmerón Canales Dª. Ana Mª García Huertas
1984 D. Antonio Satoca Sanjuan D. Emilio Vilaplana Doménech
1985 D. Antonio Satoca Sanjuan D. Emilio Vilaplana Doménech Dª. Mª Reyes Peinado Torrero
1986 D. José Francisco Miró Moya D. Vicente Cardós Bleda Dª. Fina Bernabeu Belda
1987 D. José Fernando Milla Gil D. Vicente Cardós Bleda D. Francisco Fuster Verdú Dª. Mª del Mar Vicedo Jover
1988 D. José Fernando Milla Gil D. Vicente Cardós Bleda   Dª. Adela Brotons Molina
1989 D. José Fernando Milla Gil D. Vicente Pina Payá Dª. Josefa Ibáñez Miró
1990 D. Fernando Ramírez Oliver D. Vicente Pina Payá Dª. Mª Carmen Seco Satoca
1991 D. Fernando Ramírez Oliver D. Armando Guillem Seguí Dª. Mª Pilar Díaz Mira
1992 D. Fernando Ramírez Oliver D. Armando Guillem Seguí   Dª. Mª Jesús Vieira Fernández
1993 D. Fernando Ramírez Oliver D. Armando Guillem Seguí D. Ramón Vilaplana Pina Dª. Mª José Herrero Alpañés
1994 D. Santiago Cortés Calatayud D. Manuel Martínez Reche
1995 D. Santiago Cortés Calatayud D. Manuel Martínez Reche Dª. Maribel Vera Baena
1996 D. Santiago Cortés Calatayud D. Manuel Martínez Reche Dª. Francisca Gil Alonso
1997 D. José Eugenio Jareño Villena Dª. Maribel Vera Baena Dª. Antonia Martínez Gómez
1998 D. José Eugenio Jareño Villena D. Antonio Asensio Bañó Dª. Victoria E. Bernabeu Jareño
1999 D. José Eugenio Jareño Villena D. Antonio Asensio Bañó D. Rafael Verdú Sanjuan Dª. Ana Sarabia Gisbert
2000 D. David Ropero Molina D. Antonio Armero López Dª. Soraya Nicolau Cerdá
2001 D. David Ropero Molina D. Antonio Armero López Dª. Pilar Mira Rico
2002 D. David Ropero Molina D. Antonio Armero López Dª. Mª Armonía Pina Verdú
2003 D. Alfonso Tripiana Merlos D. Manuel Martínez Reche Dª. Belén Matamoros Royan
2004 D. Alfonso Tripiana Merlos D. Manuel Martínez Reche Dª. Susana Milla Gil
2005 D. Alfonso Tripiana Merlos D. Manuel Martínez Reche Dª. Verónica Herrero Alpañés
2006 D. Luis Vicente Martí Poveda D. Francisco Milla Gil D. Luis Miguel Pina Vilaplana Dª. Estela Pina Franco
2007 D. Luis Vicente Martí Poveda D. Francisco Milla Gil
2008 D. Luis Vicente Martí Poveda D. Francisco Milla Gil Dª. Carmen Latorre Salvador
2009 D. Gaspar González Miñano D. Rubén A. Vidal Palomares
2010 D. Gaspar González Miñano D. Rubén A. Vidal Palomares Dª. Gloria Mira García
2011 D. Gaspar González Miñano D. Rubén A. Vidal Palomares
2012 D. Jesús Vicente Miñano D. David Ropero Molina Dª. Jessica Sicilia Méndez
2013 D. Jesús Vicente Miñano D. David Ropero Molina D. Alfredo Miguel Laurí Guillem Dª. Miriam Laurí Pina
2014 D. Jesús Vicente Miñano D. David Ropero Molina Dª. Soraya Seco García
2015 D. Vicente Pina Verdú D. Santos Díaz Mira Dª María de las Nieves Lara Olmedo
2016 D. Vicente Pina Verdú D. Santos Díaz Mira
2017 D. Vicente Pina Verdú D. Santos Díaz Mira Dª Beatriz Asensio Diaz
2018 D. Vicente Pina Verdú D. Santos Díaz Mira
2019 D. Vicente Pina Verdú D. Emilio Barrios Ramírez Dª Laura Avilés Villa
 

 

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