2013 Crónica

Cuando los ecos del Avís todavía resonaban en el ambiente, y sin apenas tiempo para asimilar que hasta fiestas mayores quedaban cuatro meses por delante, diversos actos hacían su aparición en la escena festera, como queriendo que ese ambiente con aroma a fiesta no quedase durmiendo hasta septiembre.

En mayo, recién celebrado el Avís, concretamente el día 25 tenía lugar la que ya se está convirtiendo en habitual jornada de paellas, evento organizado por la Comisión de Fiestas, y al que en cada edición se suman más asistentes, convirtiéndose en un éxito de participación.

Ya para el mes de junio, concretamente el domingo día 9, a las doce del mediodía en el Centro Cultural de la Villa, la comparsa Chumberos, y en concreto, una de sus escuadras, la peña Colster, con motivo de su 50 aniversario, organizaba el sainete «Al peu del castell«, que estuvo dirigido por Emilio Mariel, y cuyo tema principal era uno de los actos identificativos de la comparsa: el Juicio sumarísimo y fusilamiento del moro traidor. Tras el evento, tuvo lugar una picaeta para los asistentes.

En julio saltaba la noticia de que este año, el Ayuntamiento reducía en 17.000 euros la subvención a la Comisión de Fiestas, a diferencia del año anterior, en el que se mantuvo; convirtiéndose este recorte en un imprevisto al que tuvo que hacer frente el nuevo equipo gestor.

El 19 de ese mismo mes, tenía lugar la que se denominó Fiesta del verano, una nueva iniciativa organizada por la Comisión, que se celebró en el patio de la comparsa Tuareg. La entrada era libre, y los asistentes pudieron pasar un buen rato escuchando la música de algunos deejays locales.

El 28 de agosto, se celebraba la subida al trono de la Imagen de la Patrona. A las 19:30 daba comienzo la Misa, y al término de la misma, la tradicional pasada de los niños por el manto de la Virgen en la sacristía, precedían el canto del Déu vos salve, y del Himno de la Coronación, cantos que acompañan a la Patrona mientras sube al lugar donde permanecería durante todas las fiestas y días posteriores. El clima lluvioso y tormentoso de aquella tarde, fue quizás el culpable de que la afluencia de público al acto no fuera tan numerosa como en años anteriores.

Al día siguiente, tenía lugar el acto de presentación de la revista de fiestas, que en esta ocasión, como novedad, fue maquetada por el equipo de la Comisión. El acto se dividió en cuatro puntos. En el primero de ellos, se otorgaron los premios correspondientes a la XXXII edición del concurso de carteles anunciadores de la fiesta de Moros y Cristianos 2013, y cuyo primer premio recayó en Nieves Aranda Bru y Fernando Moncho Sampascual, por su obra titulada Conqueridor. El accésit, en este caso fue para Daniel Tortosa Sotos, por Les festes del poble. Como segundo punto del acto, tuvo lugar la entrega a los presidentes de comparsas de un ejemplar del nuevo reglamento de la fiesta, aprobado por Asamblea General el 28 de abril de 2012. Seguidamente, se presentó la nueva app para tablets y dispositivos móviles, que pone en marcha la Comisión, siendo de esta forma Ibi pionero en unir la fiesta con las nuevas tecnologías. Ya en la última parte del acto, tuvo lugar la presentación en sí de la revista, y durante la misma, Olegario Bernabéu, José María Ramírez, y la entonces alcaldesa Mayte Parra dirigieron unas palabras al público que acudió al Centro Cultural.

Los días grandes se iban acercando, y ya el sábado 31, la colla de Dimonis de Massalfassar, organizaba el ya tradicional correfocs, que daba comienzo a las 23:30, y en el que año tras año se puede comprobar cómo en la plaza de la Iglesia, se aglutina numeroso público para disfrutar del mismo.

Entrados ya en el mes de septiembre, llegaba el día 1, domingo, en el que tuvo lugar a las siete y media de la tarde, un concierto de música festera en el teatro Río, en honor al Capitán moro, ofrecido por la escuadra del Capitán, y que estuvo interpretado por la Sociedad Unión Musical y Artística de Sax. Los temas que pudieron escucharse fueron los pasodobles Guitarra Española, y Andrés Contrabandista; las marchas cristianas Caballeros de Navarra, L’ambaixador cristià, y Te Deum; y las marchas moras Voluntad de fer, Ben Al-Sahagui, Ropería Ximo, Tarde de Abril, y Al germà, esta última dedicada al capitán por sus hermanos.

El martes día 3, se celebraba la reunión que da paso a la cena de la prueba del alumbrado extraordinario. Al término de la misma, tuvo lugar el tradicional desfile desde los Salones Tuareg, pasando por el carrer les Eres y la calle Mayor.

Tan sólo un día después, primer miércoles de septiembre llegaba el primer día del Novenario a la Virgen de los Desamparados, en el que al término de las celebraciones religiosas, pudimos disfrutar del castillo de fuegos artificiales que se disparó desde detrás del castillo. Al término del mismo, tiene lugar un acontecimiento que tiene un marcado sentido especial dentro de nuestras fiestas, y es el encendido del alumbrado, que contribuye a que las calles de Ibi empiecen a respirar fiesta por todos sus rincones. A continuación, la Unión Musical realizó un pasacalle interpretando el pasodoble Camino de rosas.

Para terminar la jornada, tuvo lugar la primera representación del sainete La terraseta dels Maseros,  escrito y dirigido por Emilio Mariel y representado por el grupo de teatro Ni pa hui ni pa demà, obra en la que se da un punto de vista muy especial de la ley antitabaco en las comparsas. Asimismo, dejar constancia del ganador del concurso de sainetes festeros para este año 2013, convocado por la Comisión de Fiestas, y que recayó en Juan Miguel Salvador, por su obra El fantasma de la comisión, el cual será representado en las fiestas del 2014.

El jueves 5, se iniciaban les Entraetes, con los desfiles de las comparsas de Maseros, Contrabandistas, Argelianos y Piratas; y el viernes 6, hacían lo propio las de Guerreros, Almogávares, Beduinos y Almorávides.

El acto de la exaltación festera centró las actividades del sábado día 7. En él, las localidades del teatro Río, se llenaron de público durante algo más de dos horas, tiempo que en opinión de muchos, se antoja excesivo. Mención especial merece Castell Vermell, por la labor que realiza en dicho acto, y para el cual, en esta ocasión, preparó más de veinte piezas. El elegido como mantenedor, Juan Antonio Alcaraz Argente, natural de Onteniente, fue presentado como «un gran festero», conocedor profundo de las celebraciones de moros y cristianos, respetuoso con las tradiciones, y comprometido con los cargos que ha desempeñado. En su discurso, podemos destacar la clara alusión que hizo a los inicios de la fiesta tanto en Onteniente como en Ibi, haciendo hincapié en los rasgos diferenciadores entre las fiestas de ambos pueblos. También fueron destacables los datos que nos ofreció, de celebraciones en torno a los moros y cristianos que se realizan en distintas partes del mundo. Para terminar, expresó su agradecimiento a todas las personas que en algún lugar del mundo hacen un esfuerzo al dedicar parte de su tiempo en hacer posible la fiesta.

Al término del acto, viene siendo habitual la interpretación del Himno a Ibi, y si no me equivoco la única ocasión al cabo del año en la que se interpreta. Creo que disponiendo de un himno propio, debería dársele más protagonismo, e intentar estudiar el introducirlo en algunos otros actos.

Una vez finalizada la exaltación, llegaba el momento de la verbena del fester, que como viene siendo habitual en los últimos años, tuvo lugar en el carrer les Eres, y a la que poco a poco, y a partir de las doce de la noche, va sumando asistentes con ganas de pasar un buen rato en compañía de amigos y música.

La mañana del domingo día 8, la plaza de la Palla era testigo del XXX concurso de Guinyot i Cau, Chinchón y Dardos. Los ganadores de esta edición fueron los siguientes: en el guinyot i cau, Arturo Picó Antolí y Sergio Galiano Durá, de la comparsa Piratas; en el chinchón, fue Roberto Antonio Hita de la Plata, de los Chumberos, quien se llevó la victoria; y en dardos, la victoria fue para Marco Hernández Sola de los Beduinos.

Por la tarde, a las seis, tenía lugar la fiesta infantil en el carrer les Eres, junto al Castillo de fiestas.

Ya a partir de las once, las comparsas de Mozárabes, Cides, Mudéjares y Tuareg realizaban sus Entraetes correspondientes; y entrados de lleno en la semana grande de nuestras fiestas, en concreto el lunes 9, eran Templarios y Chumberos los que ponían el punto y final a estos desfiles.

El miércoles 11 tenía lugar el tradicional concierto extraordinario de música festera que ofrece la Unión Musical de Ibi, y que se viene celebrando junto al castillo, salvo que en esta ocasión, y bajo amenaza de lluvia, tuvo que celebrarse en el teatro Río.  Durante el transcurso del acto, pudimos disfrutar de las piezas Brisas de mi tierra, Els moros riense, Per a Irene, Al’Murabitum, Must’Arab, Paco el Chollat, Cristi de templo, Afar Mosém, Reina, Gloria, y como extra, la marcha mora Als chaparros. Fue ésta, una edición especial ya que entre los asistentes se encontraban algunos de los compositores de las piezas interpretadas, como Francisco Valor Llorens, Daniel Ferrero Silvaje, Miguel Ángel Mas Mataix, Ramón García i Soler, y Juan Bautista Francés, que subieron al escenario para dirigirlas.

En este punto me gustaría dejar constancia de una iniciativa de la Comisión de Fiestas en una casa de la plaza de la Iglesia.  Se trata del inmueble que hace esquina en dicha plaza con la calle Empedrat, conocido como la «casa del Cubano», y en el que se tuvo a bien realizar un adecentamiento del mismo, pintando la fachada, y cubriéndola con un panel que contenía fotografías alusivas a las fiestas de moros y cristianos. Teniendo en cuenta el entorno que para la fiesta significa la plaza de la Iglesia, y el estado en el que se encontraba dicha casa, el resultado visual creo que no disgustó a nadie.

De este modo, llegábamos al jueves 12, en el que durante la mañana, los festeros acudían al estadio Climent a retirar la pólvora para los alardos, reparto que en esta ocasión se pudo realizar con relativa rapidez y sin problemas.

Por la tarde, la comparsa Almorávides acudía puntual a ese acto tan suyo y a la vez tan emotivo como lo es el acto del cementerio.

Ya por la noche, y al término de la última Novena, festeros y público se concentraban en las inmediaciones del Ayuntamiento, donde tras la interpretación del Himno Nacional, y el rezo del Ángelus, la alcaldesa pronunciaba el pregón de este año. A continuación, las bandas de cada comparsa acompañaban a las mismas a sus respectivos zocos.

Después de la cena, llegaba el turno del desfile de la Olleta, donde lo más llamativo este año, fue la noticia acaecida días antes, en los que la Comisión de fiestas anunciaba que las comparsas de Chumberos y Maseros no podrían desfilar con el traje que habían elegido, según se argumentó, por atentar estos contra la moral y las buenas formas. Sea como fuere, los Chumberos modificaron su disfraz presentando otro boceto, sin embargo los Maseros decidieron desfilar con una camiseta de la comparsa. Teniendo en cuenta que la Olleta, por su origen, es el acto menos respetuoso con la moral o las buenas formas, muchas personas se mostraron críticas con esta decisión, y comentaban que les parecía poco acertado vetar dos disfraces, obligando a modificar uno de ellos, y no permitiendo a una comparsa llevar otro basado en tema religioso. Salvando este detalle, el acto discurrió con normalidad, y con la simpatía y buen humor que le caracteriza.

Así, pues, llegábamos al viernes día 13, primero de la trilogía festera, y que arrancaba con la Diana. Tras el rezo del Ave María y el volteo de campanas, dio comienzo este acto, que a pesar de ser uno de los que menos afluencia de público tienen, parece que cada año más gente se anima a asistir y contemplar a las 14 escuadras uniformadas al completo, al son de los pasodobles que irrumpen en la mañana de dicho día. En este acto, los Sargentos de disparo, arrancan como cabos a las escuadras de capitanía, y en este año es de destacar que dicho cargo, era ostentado por Manuel Guillem Martínez como Sargento cristiano, y Joaquín León Sanjuán, como Sargento moro, ambos veteranos Sargentos que ya lo fueron entre 1994 y 1996, y 1994 y 1999 respectivamente. Ellos iniciaron el ritual actual del cargo, asumiendo las atribuciones que tiene hoy día.

Puntual comenzaba la Entrada Cristiana, la cual encabezaba el magnífico boato de la comparsa Almogávares, ambientado en el s. XIII, y en el que se representaron las tres conquistas más importantes de estos guerreros. También el público pudo interactuar disfrutando de un torneo medieval, aclamando al caballero vencedor. Un grupo de chicas portando campanas anunciaban la llegada del capitán Alfredo Laurí Guillem, en la carroza, junto a su mujer, Mari Pina Verdú, vestidos elegantemente con unos trajes diseñados por la ibense Ruth Valls. Pieza destacable era la cota de malla, hecha por Juan Lillo, profesional artista muy conocido. A la llegada del Capitán al Ayuntamiento, se le hizo entrega de las llaves de la Villa.

Por su parte, la abanderada Miriam Laurí Pina, en una carroza que simulaba sus aposentos, era precedida por su correspondiente boato en el que plataformas, fuentes, jaulas y multitud de detallas anunciaban su llegada, y nos ofrecían un maravilloso desfile en el que se involucraron también tanto la familia como los amigos.

En segundo lugar desfilaban los Guerreros, con su abanderada Bely Bravo Ferre, que ofreció un boato en el que todos los elementos que lo conformaban estaban hechos en Ibi, a voluntad de la propia abanderada. Unos pergaminos repartidos entre el público, ya adelantaba la importancia que iban a tener las campanas en el boato, e incluso en la carroza de la abanderada había una, que ella misma tocaba. También se sumaron al boato plataformas, además de la coral ibense cantando el lema Non Nobis Domine, leyenda que se apreciaba en el arco principal de la carroza, que representaba la entrada al templo de la abanderada.

Los contrabandistas, y su abanderada Débora Beneyto García, nos ofrecieron un boato ambientado en la ciudad de Granada, con caballos, ballet, y escuadras especiales, además de un tablao flamenco, y unas gitanas que repartían romero y leían la buenaventura al público. La carroza representaba la cruz de mayo, en un fondo del Albaicín, y en ella, la abanderada estaba acompañada de sus hijas.

Nora Silvia Chanab Torres, por los Maseros, ofrecía al pueblo de Ibi un boato centrado en la vendimia y el vino, como así lo atestiguaba una plataforma de maseras pisando la uva. También pudimos ver al grupo de danzas de Amics de les muntanyes precediendo a la abanderada, que saludaba desde la carroza, junto a sus dos hijas.

En los Templarios, Raquel Grau Serra entre plataformas con campanas, un altar con símbolos templarios, referencias a los maestres fundadores de la orden del temple, y una plataforma con un castillo, hacía su entrada magníficamente arropada por la comparsa.

Los Cides, que en esta ocasión, no contaban con su máxima representante, nos mostraron una plataforma en forma de castillo en la que podían verse dos banderas, la primera del año 1977, y la actual; además de las armas, el casco, y el primer escudo que tuvo la comparsa.

Cerraba el desfile cristiano la comparsa Mozárabes, que tampoco contó con abanderada este año, aunque pudimos disfrutar de un ballet de guerreros defensores de su bandera, la cual iba en la carroza.

Se puede decir que la Entrada Cristiana se desarrolló con total normalidad, y a pesar que empezó con puntualidad, al término de la misma, en el tramo final del recorrido había bastante público que ya se había marchado. El tiempo hasta el momento era bueno, a pesar de las predicciones de días anteriores, que dejaban en el aire posibles chubascos.

El desfile moro, tampoco se hizo esperar, y comenzó puntualmente, arrancando con el maravilloso boato de la comparsa Almorávides. La capitanía, ambientada en Granada, en conmemoración por el milenio de su fundación, nos ofreció plataformas representando el legado monumental granadino, además de ballets, todo ello arropado por amigos y familiares, hasta que hizo su aparición la carroza, ambientada en la Alhambra, con el capitán, Antonio Condés Condés, y la abanderada, Mª José Sánchez Cózar, luciendo unos magníficos trajes confeccionados por La Jaima de Villena, todo ello al son de la marcha mora Al germà.  Los hijos y sobrinos del capitán, a caballo, también hicieron su aparición en el boato.

En los Beduinos, pudimos ver un espectáculo de acrobacias, burritos, dromedarios, y una plataforma con los abuelos de la abanderada, Andrea García Pulido, que marchaba en una original plataforma sobre dos dromedarios.

La abanderada de los Piratas, Amparo Rico Brotons, que ya ostentó este cargo en la comparsa Almogávares hace 34 años, nos ofreció un boato en el que se representaba, entre plataformas y numerosos detalles, el consejo de la abanderada y un prisionero. En una de las plataformas, se podían ver los trajes oficiales que ha tenido la comparsa. Mención especial merece el homenaje que la escuadra Nou i el cabo le hizo a Antonio Chorro Martínez, que nos dejaba tan solo unos días antes de las fiestas.  También destacar el 50 aniversario que celebraba la escuadra Peña siempre es domingo – Calavera Coquis, que para la ocasión compuso una marcha llamada l’Essència – Esquadra Cinquantenari, que como curiosidad estaba formada por algunos elementos propios de la Villa de Ibi, como son los Gozos a la Patrona, la Joteta Agarrà, la canción propia de la comparsa El pirata marinero, o Los de Ibi.

Los Argelianos no contaban con abanderada este año, durante su desfile pudimos ver varias plataformas, una con la propia bandera de la comparsa, y otra simulando una destilería con una fuente, dando toda la importancia al elemento del agua.

En el desfile de los Chumberos, que tampoco contaban con su máxima representante, pudimos ver, de entre los detalles más significativos, una especie de patio de colegio árabe en el que el futuro de la comparsa disfrutaba tirando confeti o dejándose llevar en una plataforma, a la cual seguía una joven amazona que dominaba espléndidamente al caballo, e inmediatamente después, la carroza con la bandera, con dos grandes palmeras, y en la que iban unas chicas que forman parte de la directiva de la comparsa.

En los Tuareg, el boato se iniciaba con una plataforma con la estrella característica de la comparsa. Precedida de un grupo de chicas portando cántaros, con su correspondiente plataforma; de otro grupo también de chicas, esta vez portando incienso;  y de la familia de la abanderada, Carolina Fernández Fernández, saludaba emocionada al público, el cual le agradecía el gesto, con sus aplausos.

Cerraba la entrada mora la comparsa Mudéjares, que ofrecía a los espectadores, un desfile  en el que destacaba un espectáculo ecuestre, una plataforma con una escuela infantil árabe, y un ballet, elementos que darían paso a la guardia real de la abanderada, que marchaban a dromedario, formada por su marido, hijo y cuñados; y éstos a su vez abrían paso a Virtudes Medina María, que llegaba en una carroza representando un antiguo palacete árabe, junto a su hija. Los trajes de la abanderada y de todo el boato fueron confeccionados por su cuñada, Pilar Parra.

La Entrada Mora había concluido sin incidentes destacables y salvo un par de cortes notables, se desarrolló con fluidez, de tal modo que a la altura del Ayuntamiento, cuando pasaba la última escuadra, eran las ocho y media de la tarde.

En resumen, podríamos decir que ambas entradas estuvieron marcadas por el colorido de los trajes y la originalidad de los boatos, así como por los diferentes momentos emotivos que tuvieron lugar, ya que algunas de las abanderadas no pudieron contener las lágrimas durante el recorrido. Acróbatas, ballets, coreografías, música, animales, carrozas y multitud de detalles se hicieron destacar en unos actos en los que no se apreció el ligero descenso de participación que se ha registrado como consecuencia de la actual situación económica.

Relativo a esta última cuestión, es el hecho que el equipo de la Comisión de Fiestas, se encuentra estudiando y barajando diferentes alternativas para que en un futuro a corto plazo se puedan abaratar las derramas, con el fin de incrementar el censo festero, asignatura pendiente de las fiestas de Ibi.

Los actos del sábado arrancaban temprano, a las ocho, con la Diana despertà, en la que las bandas de música recorrían diversas zonas del pueblo. Pero antes de eso, tenía lugar un acontecimiento que poca gente conoce y que se viene celebrando en la plaza de la Libertad. En él, y como punto de arranque de los actos de ese día, todas las bandas de música que allí se concentran, interpretan conjuntamente la pieza que se determine en ese momento, creando un ambiente realmente especial.

Dicho esto, y siguiendo el guión de actos, le tocaba el turno a la Misa del fester, y es éste un acto que suele caracterizarse por la poca asistencia de festeros. Este año, contábamos con el nuevo párroco de la Transfiguración, don Francisco José Beltrán Antón, que no conocía las fiestas de moros y cristianos, las cuales fueron para él, una experiencia el vivirlas, no sólo desde el punto de vista religioso, sino también desde otras perspectivas. Además, también se mostraba sorprendido al ver la devoción que la gente de Ibi profesa a su Patrona.

Al término de la Misa, tenía lugar el desfile protocolario de los cargos festeros hasta el Ayuntamiento.

El acto que más destaca durante la mañana es el Desfile Infantil, en el que año tras año vemos como los festeros más jóvenes, nos muestran orgullosos el saber hacer que les permitirá en el futuro llevar adelante la gratificante tarea de hacer fiestas de Moros y Cristianos. Es un acto, y creo que muchos coincidiremos en ello, muy importante, pues como el futuro que son de nuestras fiestas, merecen su acto propio, y aplaudirles sus escuadras y sus cabos. En esta ocasión, me refieren que uno de los participantes más jóvenes en el acto, si no el más joven, tenía tan solo 7 días de vida.

Finalizado el desfile de los más pequeños le tocó el turno a la batalla dialéctica y desenfadada de la Entrada del Contrabando, a la que algunos asistentes del acto anterior, se quedaron para poder escuchar el clásico texto que Contrabandistas y Maseros vienen recitando cada año, y al que añadían la habitual serie de críticas e indirectas sobre aspectos varios que ocurren durante el año y que afectaban a las fiestas, la política, y la situación en general. Al término del mismo, se lanzaron las golosinas y regalos varios para los niños y niñas que esperaban este momento impacientemente.

Como colofón a una repleta mañana de actos, tenía lugar la tradicional visita al Asilo de ancianos San Joaquín, por parte de Capitanes, Abanderadas, Embajadores, Sargentos, festeros y público en general para transportarles hasta allí un poquito de fiesta y hacerles sentir que no nos olvidamos de nuestros mayores, los cuales observan y aplauden con entusiasmo las escuadras que allí se forman.

Llegada la tarde, era la hora en la que el bando Moro, acorralaba al Cristiano hasta hacerlo llegar a los pies del castillo en el primer Alardo. En esta primera batalla de arcabucería el número de tiradores fue de 91, cifra que aún siendo la mayor de las tres batallas, sigue reflejando una muy pobre cantidad de festeros participando en este acto.

Al término del mismo,  tras el desfile de Embajadores, tenía lugar la Embajada Mora, en la que el Embajador del bando de la media luna invitó a rendir el castillo al Embajador Cristiano, que como se esperaba, resistió enérgicamente, a pesar que la victoria sería para los moros, quienes llevarían a ondear por un día, sus banderas en las almenas del castillo. Hay que decir, que este año, el Embajador Cristiano previsto para hacer la embajada, Juan Pedro Galiana Cortés, no pudo estar presente en los días de fiesta debido a unos imprevistos de última hora, recayendo el cargo a falta de una semana en Ricardo Mora Bernabéu, persona muy conocida en el mundo de la fiesta ibense, y que ya ostentó este cargo de embajador entre los años 1992 y 1997, y el cual aceptó el encargo que le propuso la Comisión, de muy buen grado, esforzándose al máximo para preparar su papel. Aún así, este es un acto que no termina de reunir a la cantidad de público que desearíamos, por los motivos que sean, y me consta que la Comisión ya está estudiando cómo enfocar la embajada para obtener un incremento en el número de asistentes.

Ya por la noche, el público ocupaba sus localidades de asiento entre el patronato y la plaza de la Iglesia para presenciar uno de los actos más especiales que tenemos en nuestro calendario festero. La Ofrenda de flores no defraudó y permitió a los asistentes ver a las mujeres festeras desfilando y portando su ramo de flores para entregarlo a la Imagen que preside la plaza al final del recorrido. Personalmente, es uno de los actos que más me gustan, y creo que es un lujo poder asistir a un desfile donde predominan los brillos de los trajes, los colores de las flores y el insustituible sonido de los pasodobles que se pueden escuchar en él. Tan solo una incidencia en esta ocasión, y es que en la avda. Joaquín Vilanova tuvo que ser atendida una persona que se encontraba mal, y que requirió la presencia del personal sanitario.

El punto y final a este acto lo ponían la concentración de cargos frente al monumento a la Virgen de la plaza de la Iglesia, además del canto del Salve Regina y del Himno de la Coronación, cuando la base del monumento se encontraba ya completamente revestida con las flores

El domingo, los más madrugadores coincidían con aquellos que todavía no se habían acostado, en las tribunas, para presenciar de cerca la Guerrilla, que con los estruendos de los arcabuces y el olor a pólvora, nos servía de adelanto al resultado final que llegaría tras la batalla de la tarde. Como dato de participación, el número de tiradores fue de 70, el registro más bajo de las tres batallas celebradas.

Como colofón a la más tempranera de ellas, llegaba como siempre la comparsa Chumberos, para ofrecernos con el habitual buen humor la representación del Juicio Sumarísimo y posterior fusilamiento del moro traidor, papel que recayó en esta ocasión en José Antonio Berbegal León.

También en la mañana del domingo, tenía lugar otro de los actos de significativa emotividad, el acto del cementerio de la comparsa Argelianos.

El siguiente acto era la Misa Mayor, a la que previamente le sucedía la concentración de cargos festeros y autoridades en el Ayuntamiento, para desde allí, arrancar un desfile en comitiva que llegaría hasta la iglesia.

Al término de la celebración religiosa, llegaba el momento que es aprovechado por Capitanes y Abanderadas para colocarse frente al altar y hacerse las correspondientes fotos, que quedarán como recuerdo de unas fiestas que ya empezaban a tocar a su fin. A la salida del templo, y de nuevo en comitiva, se procedía a iniciar el desfile de vuelta hacia el Ayuntamiento, y durante el recorrido, sobretodo en la plaza de la iglesia, se hallaba numeroso público ofreciendo sus aplausos a todos los cargos festeros.

Un breve descanso para comer y reponer fuerzas, era necesario antes de iniciar la ofensiva definitiva, la que haría que la victoria, nuevamente cayera en manos del bando de la cruz, tras la batalla de arcabucería, que congregó a un total de 82 tiradores.

Aprovecho para exponer los datos que me facilita la Comisión en cuanto a la pólvora utilizada en las fiestas de 2013, que fue de 596 kg.

Mención especial merecen también los Cops, cargos que este año eran ostentados por José Rodríguez Galera, de la comparsa Mozárabes; y por Pablo Navarro Moltó de los Mudéjares.

Pero antes de que la bandera cristiana volviese a ondear en las almenas del castillo, el embajador cristiano montaba en su caballo y recorría el trayecto que le llevaría hasta allí, desde la plaza de la Iglesia, para representar la última de las embajadas, en la cual este año se ha introducido una relevante novedad: en el momento que dicho embajador dirigía sus palabras hacia la Virgen, un lienzo enrollado con la imagen de la Patrona se desplegaba desde el lado izquierdo de las almenas, a lo que un grupo de público respondió con sus aplausos.

Si bien la embajada mora no destaca por la afluencia de público, en la cristiana el panorama es bien distinto, aunque no por la dicha embajada, sino por el acto al que a continuación le tocaba el turno. Era la hora de la Vuelta al Castillo, y de conocer los rostros que representarían los cargos festeros del año 2014. En el pensamiento de todos estaba el saber si estarían todas las abanderadas o cuantas faltarían.

El resultado en esta ocasión fue mejor que el año anterior, pues si se permite decirlo, «sólo» faltaron dos, las de los Templarios y los Argelianos. De este modo, los cargos para las próximas fiestas eran los siguientes:

Capitán cristiano, por la comparsa Guerreros: José Esteve Plá.

Capitán moro, por la comparsa Beduinos: Manuel Canales Taravilla.

Abanderada por la comparsa Guerreros: Paqui Sánchez Vigil.

Abanderada por la comparsa Beduinos: Eva Galera Verdú.

Abanderada por la comparsa Contrabandistas: Irene Calabuig Castelló.

Abanderada por la comparsa Piratas: Carmina Navarro Mira.

Abanderada por la comparsa Maseros: Silvia Guillem Garrote.

Abanderada por la comparsa Chumberos: Sandra Sanjuán Albert.

Abanderada por la comparsa Cides: Paqui Tecles Alarcón.

Abanderada por la comparsa Tuareg: Rocío Martí Fernández.

Abanderada por la comparsa Mozárabes: Victoria Bernabéu Marín.

Abanderada por la comparsa Mudéjares: Soraya de la Asunción Requena.

Abanderada por la comparsa Almogávares: Soraya Seco García.

Abanderada por la comparsa Almorávides: Laura Chorro Alcaraz.

Es después de este acto, cuando rápidamente las comparsas tienen el tiempo justo para prepararse y dar comienzo a la procesión, donde la Imagen de la Patrona recorrió las calles habituales. Es de destacar que parece que se ha solucionado definitivamente el tema del alumbrado que en la calle Mayor ocurría hasta hace un par de años, cuando al pasar la Virgen, su corona topaba con las bombillas.

Al regreso al templo de la Imagen, se cantaron los Gozos, el Salve Regina, y el Himno de la Coronación, que junto a las palabras del párroco, ponían el punto y final a estas fiestas, a falta del castillo de fuegos artificiales.

Y fue este último evento el que este año sufrió una significativa novedad, que fue el cambio de ubicación desde donde se disparó, puesto que la normativa obligaba a que si se disparaba desde el emplazamiento habitual en el parque de les Hortes, se desalojara la feria. Para que esto no ocurriese, se decidió dispararlo desde el Patronato. La mayor parte de público pudo disfrutar sin problemas de los fuegos artificiales, pero los espectadores que se situaban en la zona al pie del Ayuntamiento y el tramo de la avda. Joaquín Vilanova más cercano al mismo, no pudieron contemplar el espectáculo en su totalidad, ya que el edificio del grupo Brotons tapaba la visibilidad de los que allí estaban, lo que se tradujo en silbidos y abucheos por cierta parte de público. A excepción de este salvedad, transcurrió sin incidentes a destacar.

Llegados a este punto, donde la crónica debería terminar, creo que merecen mención especial dos puntos de importancia que también tienen que ver en mayor o menor medida con nuestras fiestas.

Uno de ellos es el musical que tuvo lugar el día 27 de octubre a las seis y media de la tarde en el teatro Río, y que bajo el nombre de Balansiyà (Un grito por la paz), reunió a la Societat Artística Musical d’Ontinyent, y a la coral Discantus, bajo la batuta del compositor y director José Rafael Pascual Vilaplana. La obra, ambientada en plena reconquista de la ciudad de Valencia, logró llenar el aforo del teatro, dejando al público con un muy buen sabor de boca.

El otro punto del que me gustaría dejar constancia es el que tuvo lugar varios meses después de finalizadas las fiestas, en la Casa Gran. Se trata del derrumbe de la repisa que había sobre la chimenea de la sala donde se exponían los trajes más antiguos, y que conllevó al destrozo de los elementos decorativos que allí se encontraban. Por el gran valor y la estima que los ibenses tenemos a este lugar, deseamos que se repare lo antes posible.

Ahora sí, y como punto final al relato de lo que han sido las fiestas del 2013, me gustaría agradecer la confianza que la Comisión de Fiestas depositó en mí nombrándome cronista de Fiestas, cargo que me ha permitido encargarme durante este año de la redacción de la crónica. Así mismo, pido disculpas por los errores, u omisiones cometidas, así como a aquellos que consideren que la crónica no ha estado a la altura de lo requerido en estos casos, y de paso, animo a la persona que continúe en el cargo el próximo año, a que disfrute de todo lo que el trabajar por y para la fiesta puede ofrecernos.

Raúl Perales Giraldo.

Cronista de fiestas.

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