2013 Crónica Avís

Cuando parece que vamos dejando atrás definitivamente las inclemencias del tiempo, y creemos que el calor y un clima más apropiado retornan a ofrecernos su visita anual, llega el mes de mayo, un mes que en Ibi adquiere un significado especial, para el pueblo, y para la fiesta. En él, los ibenses nos disponemos a volcarnos en una fecha marcada especialmente en nuestro calendario festero; esa celebración tan estimada, y que año tras año muestra sus señas de identidad, proclamándose como un día muy nuestro, y que a la vez destaca, haciendo florecer, como es lo propio en este mes de mayo, nuestro ciclo festero anual, que culminará allá por el mes de septiembre.

Pero antes de nada, me gustaría reseñar el inicio de la andadura de una nueva Comisión de Fiestas, que toma el relevo del equipo anterior, el cual realizó una excelente gestión. Este nuevo grupo de personas, encabezadas por José María Ramírez Mellado, emprende durante los próximos cuatro años la ardua y gratificante tarea de trabajar por y para la fiesta,  para engrandecerla, y para que todos podamos disfrutar de los días más grandes de nuestro pueblo.

Los actos no se hacen esperar, y el 4 de mayo tiene lugar la Presentación de Cargos, en el Centro Cultural de la Villa. Primera puesta en escena de cara al público de la nueva Comisión de Fiestas. En este acto, los Capitanes que ostentarán el cargo durante el presente año, son presentados de forma oficial ante las atentas miradas del público, que por cierto, hizo un lleno prácticamente absoluto. Tras estas presentaciones, siguen las de los Embajadores, Sargentos, miembros de la Comisión, directivos de las Comparsas, y finalmente las Abanderadas. Es de destacar que en esta ocasión, el presidente de la Comisión anterior, Enrique Montesinos Gozalbo, recibió un cuadro de manos de su sucesor en el cargo, como reconocimiento a su labor, y al de su equipo, y ambos dirigieron unas palabras al público asistente. A continuación, la Unión Musical de Ibi, dirigida por Andrés Colomina i Bernabéu, ofreció un concierto en el que se interpretó el pasodoble Pascual Contrabandista; las marchas cristianas Mai Sabel, y Aragonesos 99; y las marchas moras Abensserraig y Cavall de foc.

El jueves 9 de mayo, se celebra una Junta Directiva, para tratar los últimos retoques que una celebración como el Avís requiere; y nada más acabar, ya en la ermita de San Vicente, tiene lugar la entrega de premios del XXXVI Concurso Fotográfico de Moros y Cristianos. Como asistentes,  Capitanes, Abanderadas, representantes municipales, representantes de la Comisión, de las comparsas, y público en general, además de los premiados, que en esta ocasión fueron Juan Pedro Verdú Rico (premio de honor), Vicente Guill Fuster (premio a la mejor colección), Manuel Ibáñez Guillem (primer premio foto individual), Juan Miguel Salvador Bermejo, Juan Carlos García Guindo, y Rafael Megías Pérez (accésit). Entregaron los premios ambos Capitanes, el Concejal de Fiestas, y el presidente de la Comisión de Fiestas.

Todo lo hasta aquí narrado, no es sino, un aperitivo de lo que nos deparaba el fin de semana grande del mes mayo para Ibi. Así es, pues el viernes 10, como tradicionalmente se realiza, tuvo lugar el traslado de la imagen xicoteta de Nuestra Patrona desde la Residencia de Ancianos de San Joaquín hasta la Iglesia de la Transfiguración. Comenzaba puntualmente a las 20:15, tras el canto del Déu vos salve, y en esta ocasión fueron los festeros de las comparsas de Almogávares y Almorávides, como capitanías 2013, los que portaron la imagen sobre sus hombros, en el itinerario habitual por el carrer Empedrat. Durante el trayecto, bien es cierto que debido en parte a lo estrecho de las calles por las que discurre, la ilusión de algunas personas por seguir la procesión durante todo el recorrido, y algunos nervios por parte de los organizadores de la Comisión, hizo que algunas personas del público caminaran entre la comitiva, entorpeciendo en algunos casos a los cargos festeros que desfilaban.

Una vez en la plaza de la Iglesia, el público recibía entre aplausos la entrada de la Virgen en el templo parroquial. Una vez colocada en lugar preferente en el altar, se cantaron el Salve Regina, y el himno de la Coronación, y aunque durante el trayecto, el público era numeroso, dentro de la Iglesia se echaba en falta una asistencia mayor de gente, pues exceptuando las primeras filas de bancos, el resto estaba prácticamente vacío.

Llegamos al sábado 11 y ya estaba todo preparado. A primera hora de la mañana, la comparsa Almogávares tenía su cita ineludible con la pólvora en el cerro de Santa Lucía, como vienen haciendo desde 1972. Esta despertá arranca, puntualmente, cuando el reloj marca las 7 de la mañana, y es entonces cuando los disparos de los arcabuces rompen el silencio reinante hasta ese momento, y anuncian que el día grande de las celebraciones del Avís ha llegado.

Más tarde, y poco a poco, los festeros, acompañando a sus Abanderadas y Capitanes, van llegando al Ayuntamiento, para que una vez todos reunidos allí, dirigirse en comitiva hasta la Iglesia de la Transfiguración donde tendrá lugar la Misa. En este apartado, me gustaría destacar la intervención del nuevo cura párroco de la Transfiguración, don Francisco José Beltrán Antón, del que podemos decir que ofició una Misa entrañable; así como también recordar merecidamente a don Antonio Esteve Seva que nos dejaba el pasado mes de noviembre.

Durante la celebración de la Misa, hay un acto particularmente nuestro. Un acto propio de Ibi, que personalmente me encanta y lo encuentro altamente emotivo, se trata del momento en el que se rinden banderas, mientras desde el exterior se disparan las salvas correspondientes, que en esta ocasión se hicieron a su tiempo. Pienso que este «rindan» es un acto del que todos los ibenses debemos sentirnos muy orgullosos, como he dicho, por su carácter emotivo,  pero también solemne y singular. Así pues, este acto, y el Concurso de Cabos de escuadra son dos de los momentos más autóctonos que podemos encontrar en nuestras fiestas.

Otro momento a destacar fue la actuación de Castell Vermell, dirigidos en esta ocasión, por Ginés Sanjuán Martínez, que recientemente sustituyó a Bene Ripoll al frente de la entidad. Entre las piezas interpretadas encontramos «Miratges», de Bene Ripoll; «My Lady Hunsdon’s Puffe», de John Downland; el «Dúo de las Flores», de Leo Delibes; «Des oge mais quer’ eu trobar» y «Vella e mina», de Alfonso X; «Ave Verum», de Camile Saint-Saëns; y por supuesto el conocido Himno a nuestra Patrona, compuesto por Dña. Guadalupe Gallud en lo que a música se refiere, y al que Dña. Rita Castelló puso la letra.

Al término de la Misa, el público se concentró en la plaza de la Iglesia para poder ver en la salida de la misma, a Capitanes y Abanderadas, que desde allí, junto con festeros y músicos, arrancaron en un desfile más informal hacia la Glorieta de España, donde ya estaba preparado el tradicional almuerzo. En el acto más desenfadado del día del Avís se pudo comprobar como en la glorieta se reunieron entre músicos, festeros y obviamente, los cargos, alrededor de unas 1.700 personas. La verdad es que previamente al Avís ya se había hablado sobre una caída del censo festero, que ha resultado no ser tan significativa, y aunque hay comparsas que si han tenido bajas, algunas otras han experimentado un aumento en sus filas. Me comentan que en el Avís, la caída más significativa se dió en los Tuareg, donde un grupo de unas 30 personas no pudieron participar en los actos de ese día.

En cuanto a las Abanderadas, destacar que tras el pleno del año pasado, este año echamos en falta a las de los Cides, Mozárabes, Argelianos y Chumberos, que no cuentan con su máxima representante en esta ocasión.

Llegados a este punto me gustaría dejar constancia del buen equipo que han formado tanto Abanderadas como Capitanes, un grupo que supo contagiar su alegría y felicidad en todo momento, a todos los que pudimos disfrutar del día del Avís.

El tiempo hasta el momento fue espléndido, y el sol permitió lucirse con todo su esplendor a los cabos y escuadras participantes en el concurso tradicional que este año cumple 51 años. En este punto, me gustaría recordar las palabras que José María Ramírez tuvo a bien dirigir al público para recordar a aquella Comisión que medio siglo atrás creó el Concurso de Cabos de Escuadra, y de la cual, únicamente queda entre nosotros Emilio Mariel Picó, que actuaba como secretario, y del cual, 2 de sus hijos son miembros de la Comisión actual. El acto lució como se merecía y tras disfrutar del desfile de las 14 escuadras participantes, junto a sus correspondientes cabos, el jurado decidió otorgar el premio al mejor cabo cristiano a Santos Díaz Mira, de la comparsa Almogávares, mientras que Jesús Jiménez Tortosa, de los Contrabandistas quedó en segunda posición. Por el bando moro, Enrique Montesinos Parra, por la comparsa Mudéjares se hizo con la victoria, quedando tras él, Javier Alentado, de los Argelianos. Por lo que respecta a las mejores escuadras, los premios coincidieron con los de los mejores cabos, siendo las ganadoras, por el bando cristiano, la comparsa Almogávares, y por el moro, la de Mudéjares. Templarios y Chumberos quedaron en segundo lugar respectivamente.

Cuando ya faltaban pocos minutos para que diesen las 5 de la tarde, se podía observar que el público iba tomando posiciones a lo largo de la Avda. Joaquín Vilanova y de les Eres, para presenciar el desfile de l’Avís, el cual se desarrolló conforme a lo previsto, y sin incidencias. El tiempo, que hasta el desfile del bando cristiano, fue imponente, se tornó de repente en nubes grises y negras, y amenaza de lluvia cuando hacía su aparición el bando moro, aunque por fortuna la lluvia se contuvo y no hizo acto de presencia. Al término del mismo, y nada más llegar el Capitán moro a la plaza de la Iglesia, arrancó la procesión que devolvió la imagen de la Virgen al asilo, donde permanecerá hasta el Avís del año que viene. Al contrario que ocurre el día anterior, la procesión de vuelta discurre por la calle Ravalet. Tras los cantos oportunos, es el momento en el que de nuevo se sube hasta la plaza de la Iglesia, sin mucho protocolo, donde reunidos todos, se realiza la despedida simbólica hasta el mes de septiembre, cuando de nuevo la ilusión, el color, los trajes, la música, y en definitiva la Fiesta, vendrá de nuevo para quedarse entre nosotros durante los tres días grandes del pueblo de Ibi.

Raúl Perales Giraldo

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