2011 Crónica Avís

La fecha de celebración de nuestras Fiestas Mayores y nuestro día de l’Avís viene determinada por la tradición, como ocurre en Alcoy y en tantas otras localidades. Por lo tanto, su ubicación en el calendario es variable y predecible. Siempre, hasta donde alcanza mi memoria, las fiestas de Alcoy habían precedido a nuestro Avís. Sin embargo, 2011 ha sido la excepción, motivada por la decisión de atrasar las fiestas adoptada en la vecina localidad para disgusto de los más ortodoxos (aunque finalmente no hubo víctimas ni daños graves, más bien todo lo contrario). Curiosidad que, quizás, no se vuelva a repetir y que viene a confirmar que la tradición no es un valor absoluto.

Y otra coincidencia en el calendario que se produce cada cuatro años es la celebración del Avís en plena campaña electoral. A muchos nos toca desdoblarnos durante unos días y vivir dos existencias paralelas, la de político y la de festero, a cual más excitante. Creo que se puede afirmar, afortunadamente, que los ibenses sabemos separar la Fiesta y la política, y ambas esferas de la vida social local tuvieron su propio tiempo y espacio, sin interferencias.

Como curiosidad, a medio camino entre fiesta y política, contaré que en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana del 22 de marzo de 2011, venía publicado un Decreto del Consell con el Reglamento por el que se regulan las condiciones y tipología de las sedes festeras tradicionales ubicadas en los municipios de la Comunidad Valenciana. En palabras del legislador, estas sedes no tienen porqué ser necesariamente «establecimientos públicos» en el sentido legal, aunque en ocasiones puntuales se hallan en funcionamiento o se encuentran vinculadas a la realización de una actividad recreativa, lo que requiere establecer un régimen jurídico abierto pero, a la vez, responsable y necesario, que garantice la convivencia entre las personas.

Viene siendo habitual desde hace bastantes años que las Comparsas de capitanía realicen distintos actos de homenaje, reconocimiento o agasajo a sus Capitanes. Este año es el año de los Tuareg, con una directiva que quiere dejar a la Comparsa en el lugar que se merece, lo que les ha llevado a organizar distintas actividades, entre las que destaca la representación del sainete festero «Tarot i Timonet» en el Centro Cultural de la Villa. La obra, escrita por el ibense Santi Vicedo nos encantó a todos, tanto por la trama como por su desternillante interpretación.

En ese mismo escenario tuvo lugar la presentación de los cargos festeros, ocasión inmejorable para conocer de cerca a todas las personas que, con mayor o menor protagonismo, van a entregar gran parte de su tiempo, y algo de su dinero, al loable empeño de hacer que nuestras Fiestas Mayores sean inolvidables. Desde los Capitanes a los Delegados Infantiles, pasando por Abanderadas, Alcalde de Fiestas, Tenientes Alcaldes, Presidentes, Delegados, Sargentos y Cops, todos subieron al escenario a recibir ese merecido aplauso. Yo les aseguro que su mayor recompensa la recibirán en años sucesivos, cuando recuerden este año y rememoren los extraordinarios momentos que están a punto de vivir. El acto de la presentación de cargos finalizó con un emocionante reconocimiento a la trayectoria de Emilio Mariel, nombrado Festero de Honor, todo un acontecimiento para esta familia de festeros que tenían ese día a una espectadora en primera fila: Estela Martí, Abanderada de la Comparsa Guerreros y nuera del homenajeado (mayor emoción imposible).

En los discursos que pronunciaron las autoridades se notó una cierta contradicción al valorar los tristes acontecimientos vividos en la Vuelta al Castillo del año pasado. Mientras el Presidente de la Comisión, Enrique Montesinos, hacía un llamamiento a los festeros para que nos enfrentemos a la indiferencia, la Alcaldesa de la Villa, Maite Parra, vino a decir que «no es para tanto». No es una diferencia meramente dialéctica o de matiz, sino el reflejo del dilema que nos tiene preocupados a muchos ibenses.

Pero esta preocupación no es exclusiva. El diario Información titulaba el 5 de mayo: «Descenso del 33% en el reparto de pólvora para el Alardo en Alcoy». La economía está inmersa en una grave crisis, la fiesta no podrá mantenerse al margen de la situación general y debemos estar preparados para enfrentarnos a esta delicada coyuntura.

Una vez más, la Comisión de Fiestas aprovecha la cercanía del Avís para inaugurar la exposición y entregar los premios del Concurso Fotográfico. Y para terminar con los preliminares, el viernes, como viene siendo habitual, se procedió al traslado de la imagen de la Patrona desde el «Asilo» hasta la Iglesia.

El sábado, temprano, los pronósticos meteorológicos hicieron dudar a los organizadores. Apenas extinguidos los ecos de los disparos de arcabuces con los que los Almogávares se encargan de despertar a la población, hubo reunión de presidentes a las 7 de la mañana. Repaso a las últimas predicciones y una decisión arriesgada: montar las mesas para el almuerzo en la Glorieta de España.

Tras la concentración de festeros, Capitanes y Abanderadas frente al Ayuntamiento, la comitiva se dirigió al Templo Parroquial para celebrar la Santa Misa, en la que el grupo local Castell Vermell interpretó un variado repertorio de piezas clásicas y populares, salpicado con alguna joya de inspiración celta. Al finalizar la Misa, pasacalle hasta la Glorieta para el tradicional almuerzo festero y acto seguido, emocionante celebración del XLIX Concurso de Cabos de Escuadra. El premio al mejor cabo del bando cristiano se lo llevó Pablo Saez, de la Comparsa Cides, quienes también recogieron el trofeo a la mejor escuadra. Por el bando moro el mejor cabo fue Rafael Miró Sánchez, de la Comparsa Piratas, mientras que la Comparsa Almorávides se llevó el de mejor escuadra.

El tiempo nos respetó, permitiéndonos gozar de la entrada vespertina sin ningún contratiempo. Una vez más, algunos cortes inexplicables en un desfile que no tiene mayor complicación, dilataron la finalización del acto y retrasaron el inicio de la Procesión. El ambiente se fue paulatinamente refrescando a medida que avanzaba la tarde y a la hora de la Procesión hacían su aparición las prendas de abrigo. Un año más, conforme manda nuestra tradición local, la imagen «xicoteta» de la Virgen de los Desamparados volvía desde la Parroquia hasta la Residencia de Ancianos San Joaquín, poniendo punto final a esta extraordinaria jornada festiva, maravilloso preludio de lo que serán las Fiestas Mayores de septiembre.

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